La carta original del fundador del psicoanálisis sobre el futuro Estado de Israel se mantuvo escondida desde 1930, año en la que fue escrita.
Oportunamente les informaremos sobre quién y por qué, el poder sionista de ese entonces censuró la existencia de esta carta. La carta pública de Hanna Arendt y Albert Einstein denunciando al sionismo como nazi, data de 1948, apenas constituído el estado de Israel, pero la de Freud tiene gran valor, en la medida en que diagnostica al "huevo de la serpiente" en estado incipiente. Curiosamente, los rabinos Aharon Kohen y David Yisroel Weiss consideraban ya en esa época que el sionismo era peligroso para los judíos y para la humanidad.
Veamos la carta.
La carta de Sigmund Freud fechada el 26-12-1930 está dirigida a Chaim Koffler, miembro de la FUNDACION PARA LA REINSTALACION DE JUDIOS EN PALESTINA (Keren Havesod) y fue traducida por primera vez del alemán por Jacques Le Rider.
La carta fue publicada por la revista « Clínicas mediterráneas » (Nro. 70, Erés, 2004), acompañada de un comentario de Elisabeth Roudinesco, historiadora del psicoanálisis. (También el tema fue recogido posteriormente por el semanario francés "Le Nouvel Observateur")
Señor Doctor,
No puedo hacer lo que usted desea. La reticencia de mi personalidad a interesar al público es inmodificable y las circunstancias críticas actuales no me parecen las mas adecuadas para un cambio de actitud. Quien quiera influenciar al gran público debe tener algo muy sorprendente y entusiasta para decir y mi juicio sobre el sionismo de ninguna manera lo permite. Tengo los mejores sentimientos de simpatía por los esfuerzos libremente consentidos, soy fiador de nuestra universidad de Jerusalem y me alegro de la prosperidad del establecimiento de nuestros colonos.
Pero, por otra parte, yo no creo que Palestina pueda jamás devenir un Estado judío ni que el mundo cristiano como el mundo islámico puedan un día confiar que sus lugares santos los guarden los judíos.
Me parece que hubiera sido mas atinado fundar una patria judia sobre un territorio históricamente no cargado, pero ciertamente, sé que por un designo tan racional jamás se podría suscitar la exaltación de las masas y la cooperación de las personas ricas.
Concedo también y lamento que el fanatismo poco realista de nuestros compatriotas tiene gran parte de responsabilidad para despertar la desconfianza de los árabes.
¡No puedo experimentar la menor simpatía por una piedad sionista mal interpretada que hace de un trozo del muro de Herodes, una reliquia nacional y a causa de ella desafía a los habitantes de todo un país !
Juzque usted si con un punto de vista tan crítico como el mio, soy la persona que se necesita para jugar el rol de consolador de un pueblo enbanderado en una esperanza sin justificación.
Freud
Vienne, 19 Berggasse, 26 février 1930
*Texto aportado por Oscar Abudara Bini